14/07/2017

Otro curso, “Volando Juntos” hacia el éxito escolar, con ayuda de Boeing

Los niños con dificultades en el colegio han podido contar un curso más con la mano tendida de los voluntarios de Cooperación Internacional ONG. Con el proyecto de apoyo socioeducativo “Volando Juntos”, gracias, un año más, a la ayuda de la aeronáutica Boeing, hemos ayudado a 29 niños en riesgo de exclusión social, de edades entre 6 y 11 años. Con este proyecto, no sólo les ayudamos a hacer los deberes, sino también velamos por sus vínculos sociales con otros chicos de su entorno, a través del refuerzo de las soft skills o habilidades blandas. Y, como destaca el coordinador del proyecto, Pablo Sánchez Romero, la evolución que se observa en los niños es es excepcional: “El cambio a mejor es evidente. Por poner un ejemplo, hay una niña que ha estado con nosotros desde hace tres años, cuando ingresó en el programa acababa de repetir curso. Después de tres años en el programa ha sacado 6º Primaria con buenas notas sin necesidad de ir a septiembre. Sin embargo, lo que más destaca la madre es lo mucho que ha aprendido en control de carácter, personalidad y liderazgo”, subraya.

Y es que, lo que para muchos padres es tarea del día a día, ayudar a los hijos con los deberes, para otros es más complicado. Algunos tienen muy difícil conciliar la vida laboral y familiar, tienen un bajo nivel educativo o conocen poco el idioma. Pero, como comenta Pablo, “cada familia tiene una serie de prioridades. Para algunos padres lo más importante eran los resultados académicos, para otros conseguir que sus hijos se relacionen con otros niños. Lo que todos tienen en común es que quieren que sus hijos salgan adelante”. Por esto, dos horas cada día, monitores y voluntarios de Cooperación Internacional ONG -que acuden al Centro Social Comunitario Josefa Amar, en el barrio madrileño de Ventilla, cedido por el Ayuntamiento-, apoyan a los escolares en sus deberes, refuerzan materias impartidas en el aula y les ayudan a mejorar la relación con los demás. Para todo esto, los voluntarios cuentan además con una pedagoga que coordina todos los planes, hace un seguimiento de su evolución y se comunica con ellos continuamente.

Y es que, además de los deberes, hay tiempo para realizar diferentes actividades como: talleres musicales, de inteligencia emocional, manualidades, concursos de pintura y cuentos, etc. Como novedad de este año, se ha organizado un juego de refuerzo positivo que duraba un trimestre. Los niños acumulaban puntos haciendo bien las actividades y podían cambiarlos a fin de curso, porque para ellos “ver que han empezado algo y que lo han acabado les hace sentirse útiles y felices”, cuenta Pablo. En la segunda hora del apoyo las salidas son sus actividades favoritas: al museo, al parque, o a hacer juegos al aire libre.

Desde aquí, y en nombre de todos los niños participantes de “Volando Juntos” y sus familias, nuestro agradecimiento a Boeing y a los voluntarios que, con su tiempo, compromiso y dedicación, fomentan la igualdad de oportunidades entre los estudiantes, para que todos puedan acceder a un buen nivel educativo y formarse para poder servir mejor a la sociedad.

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Pablo Sánchez
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