Ellos quieren cambiar el mundo. Quieren que las personas con menos recursos puedan vivir más dignamente. Pero, lejos de quedarse en la simple protesta, nuestros voluntarios piensan hacer algo muy concreto por cambiar esa situación. Se pondrán el mono, aprenderán nociones de rehabilitación de viviendas y se prepararán para limpiar, ordenar y pintar la casa de familias y personas que no llegan a fin de mes.
500 jóvenes voluntarios participarán en febrero y marzo de una nueva edición de Painting for Others en Madrid, con el apoyo de Fundación Pryconsa, Fundación Montemadrid y Bankia y los materiales que, como cada año, nos cede Wenceslao García, Pintura y Decoración.
Y es que en Madrid no faltan familias y personas para las que pintar su casa es un lujo fuera de su alcance. El 19 por ciento de la población residente en la comunidad estaba en riesgo de pobreza o exclusión social en 2018, según el INE. El 10,3% de los hogares de Madrid llegan a fin de mes con «mucha dificultad». Y el 30,7% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos.
Ante la crudeza de las circunstancias que atraviesan tantos hogares, muy cerca de su entorno, muchos jóvenes no se quedan indiferentes: dedicarán su tiempo libre del fin de semana a adecentar las condiciones de vida, y a llevar un rato de compañía, a familias y personas que necesitan ayuda. Tras recibir la formación necesaria para poder desempeñar este servicio, se enfundarán el mono de pintura y trabajarán por dignificar las condiciones en las que se encuentran 35 viviendas de las zonas de Hortaleza, Ciudad Lineal, Municipio de Alcorcón y Villa de Vallecas. Participarán unos 500 jóvenes estudiantes de diversas procedencias como voluntarios de nuestro proyecto “Friday Revolution”, integrantes de agrupaciones juveniles, o Colegios Mayores, como Vedruna o Moncloa, y otros universitarios, también ya fieles, como los de CEU San Pablo, etc.
Los beneficiarios del proyecto son personas mayores, solas o familias con escasos recursos, cuyo contacto nos proporcionan entidades como Cáritas, Asispa, la fundación “Tengo un Hogar” o el Ayuntamiento de Alcorcón. “Vivo en Barajas, con mi mujer enferma y yo jubilado, con un 40% de discapacidad y poca pensión para los dos. Hacía 4 años que no pintaba y hacía mucha falta. Y hacía mucho tiempo que no pasaba un rato tan agradable con nadie”, decía Jesús, un beneficiario de la última edición. Otra de ellas, Mª Teresa, una mujer viuda, mayor, que cuidaba sola a una hija enferma y que sufría la enfermedad de su hija, y anteriormente la de su madre, desde hacía muchos años, comentaba: “Llevábamos mucho tiempo sin pintar. Y entre el antes y el después, se nota una diferencia ¡que es para verlo! Pero, sobre todo, ha sido un fin de semana con una alegría en mi casa…que yo digo: “¡Dios mío, si es que me ha entrado el sol!”.
Si quieres participar como voluntario, escríbenos a [email protected]
¡Y demuestra que tú también pintas mucho en el cambio social!