07/05/2019

Nutriendo el Futuro de los niños de Venezuela

No hay que ser superhéroes para cambiar las cosas, ni viajar a la otra punta del mundo. Ser una persona normal es suficiente; te puede gustar escribir, hacer deporte, tocar el piano o pasarlo bien con tus amigos. Estas son algunas de las aficiones de tres jóvenes venezolanas, de entre 22 y 23 años, que decidieron involucrarse para mejorar su realidad más próxima.

A pesar de estar centradas en sus estudios universitarios, Fabiana Ordoñez, Albany Quiroga y Mónica Zambrano, supieron ver las necesidades de su comunidad y ponerse en marcha para abordar la malnutrición de los más pequeños, un problema que en Venezuela sufren actualmente el 80% de los menores. En concreto, en la comunidad de El Calvario Alto, municipio de El Hatillo, Caracas.

Gracias a su iniciativa, hasta 100 niños de entre 1 y 12 años pueden comer una vez al día. Durante doce meses, de lunes a viernes, han dado más de 22 mil comidas. El proyecto, Nutriendo el Futuro, es sostenible gracias a la ayuda, tanto de alimentos como económica, de voluntarios, amigos, familiares y aliados. Otras estudiantes colaboran en el comedor y las madres de los pequeños se encargan de hacer la comida de cada día, de manera que se ven implicadas directamente.

“Desde los inicios hemos procurado concretar modos que ayuden a los niños a mejorar en sus necesidades reales”, comenta Mónica. “Y el primero era la malnutrición. Pero también nos hemos dado cuenta de que tenemos que pensar modos para mejorar su educación. Por eso, para el nuevo curso queremos buscar un modo eficaz de ayudarles en sus estudios. Estamos poniendo en marcha un apoyo escolar atendido por voluntarios que sirva para reforzar en ellos una mayor ilusión y dedicación a su educación». Incentivar en los niños el hábito de estudio, motivar en la comunidad el espíritu de superación a través de jornadas de educación y evaluar periódicamente los resultados de estas actividades, son los nuevos objetivos para este curso. Esta zona cuenta con veinte escuelas, de las que 5 son gratuitas. Éstas son las encargadas de impartir formación a 1.180 niños de escasos recursos.

Gracias a Nutriendo el Futuro, estas tres jóvenes de Caracas han demostrado que, con interés y esfuerzo, ¡se puede! Su proyecto ha conseguido tener un impacto en el municipio y ser sostenible en el tiempo. Estas razones, y muchas más, han hecho que se convierta en el proyecto ganador del “Youth Women Social Prize 2019″. Con este premio, Cooperación Internacional quiere reconocer proyectos de emprendimiento social promovidos por jóvenes estudiantes para mejorar su entorno social.

El premio se entregó en el marco del UNIV Congress que cada año reúne en Roma a miles de estudiantes de los cinco continentes. Para el jurado del premio «Nutriendo el Futuro refleja muy bien la capacidad de los jóvenes para contribuir de modo eficaz a paliar un grave problema de su entorno social». Les deseamos que logren los objetivos que se han propuesto y que, con la ayuda económica, sean capaces de sacar adelante esta gran propuesta educativa. ¡Enhorabuena!