Nuestros voluntarios dedican el tiempo libre del fin de semana a acondicionar y adaptar viviendas que se encuentran en estado de precariedad, habitadas por personas con escasos recursos. Así combatimos, no sólo el deterioro de sus condiciones de vida, sino también su soledad.
Esta actividad va dirigida a personas en riesgo de exclusión social y bajos recursos. Para ello, los voluntarios visitan las casas y con brocha y pintura arreglan las paredes. No hace falta que sean pintores profesionales, lo importante es que pongan ganas y corazón. Para ello se crean grupos de jóvenes a los que se imparten sesiones de formación. El fin es que lleven a cabo esta labor con la mayor profesionalidad y les sirva para ayudar a enfrentarse con las necesidades ajenas.
Durante el fin de semana, los jóvenes, al mismo tiempo que pintan, llenan de alegría las casas de las personas, que, en su mayoría, están solas. La rehabilitación va de la mano de la compañía y la sensibilización. “Painting for Others” es un proyecto en el que todo cabe y en el que todos salen ganando.