Los hospitales y los centros de atención a personas con discapacidad son ámbitos en los que los jóvenes ponen en marcha un voluntariado de continuidad, en colaboración con los especialistas sanitarios y otras entidades sociales.
Los voluntarios en todo momento están a disposición de las necesidades del personal profesional de estas entidades para colaborar y hacer una labor social adecuada a sus necesidades.
Los jóvenes organizan talleres, juegos, manualidades y distintas actividades en las que se lo pasan muy bien. Aparte de la actividad diaria, las actividades realizadas son muy variadas: fiestas de Navidad, festival de karaoke, concierto de villancicos, representaciones teatrales… Aunque siempre dirigidas principalmente a los más pequeños, en algunos casos se suman también otros pacientes, familiares, personal médico y de enfermería, que colaboran muy activamente para hacer que los más pequeños disfruten al máximo y olviden por unas horas su estancia en el hospital.
Este proyecto ayuda tanto a los niños como a las familias a hacer más llevadera su estancia en el hospital. Las risas y la diversión hacen que el dolor sea menor y que el tiempo pase más rápido.