Hyat y Ramona nos cuentan su experiencia en el proyecto, creado en el Área territorial de Aragón de Cooperación Internacional- para canalizar el talento de chicas inmigrantes. Woman Youth Talent es un programa de formación, que incluye sesiones profesionales, deporte y voluntariado, para que tengan mayores aspiraciones personales y profesionales.
A pesar de hablar un perfecto español, se le puede apreciar un cierto acento a la hora de hablar. Hayat, de 17 años, llegó de Marruecos a España hace 12 y vive con toda su familia en Zaragoza. Estudia un ciclo de Formación Profesional de Comercio y Marketing. El último curso se le hizo cuesta arriba, pero se ha propuesto continuar y terminarlo.
Ramona es de origen rumano, su padre sigue viviendo allí y lo ve una vez al año. Llegó a España, en 2012, con su madre y una de sus hermanas; ella es la pequeña. A pesar de haber llegado a nuestro país sin saber hablar español, supo sacarse las castañas del fuego y ahora con 19 años está terminando sus estudios en el instituto.
Estas dos jóvenes tienen muchas cosas en común y una de ellas es que forman parte del programa Women Youth Talent, de Cooperación Internacional. Esta iniciativa, dirigida a chicas de entre 14 y 19 años, tiene el objetivo de empoderar su carácter, potenciar el talento y enseñarles a ser autónomas e independientes. Todas las semanas, en Zaragoza, llevan a cabo distintas actividades de desarrollo profesional, estudio, voluntariado y deporte.
Tanto Hyat como Ramona, llevan dos años en este programa. Para las dos, ha supuesto un cambio en sus vidas tanto a nivel personal como profesional. Hyat era muy vergonzosa, no salía de casa y no se valoraba a ella misma. Ahora ya no es tan tímida y, de hecho, le gusta relacionarse: “Nunca pensé que podría ayudar a los demás”, asegura. Considera que el voluntariado ha sido una de las actividades que más le ha ayudado en este sentido. Una vez a la semana, visitan a ancianos, pasean con ellos y juegan al bingo. Ya se conocen, aunque todavía se confunde los nombres.
Además del voluntariado, otro de los aspectos que más valora de Women Youth Talent son las actividades en empresas. Recuerda la visita a Telefónica, donde les enseñaron a prepararse una entrevista y a saber dar buena impresión. Sabe que en un futuro le será muy útil a la hora de buscar un empleo. ¿Por qué le da tanta importancia? Porque le gustaría llegar a ser enfermera. Sabe que no es un camino fácil, quiere seguir estudiando, pero es su gran ilusión.
¿Se hubiera planteado estas metas antes de entrar en el programa? Hyat sabe que quizás sin la ayuda de las personas que lo forman se hubiera quedado a medio camino. “Me han apoyado y animado a seguir y a confiar en que puedo lograr lo que me proponga”, dice agradecida.
Ramona en cambio, no puede decidirse por una actividad. Le gustan todas, porque en cada una aprende algo nuevo. Pero tiene un buen recuerdo del viaje que hicieron a Madrid. En él se conocieron todas un poco más, hicieron actividades en equipo en distintas empresas. Esto les ha ayudado a estar más unidas y hacerse más fuertes, porque son conscientes del gran esfuerzo que están haciendo por hacerse un hueco en la sociedad.
Para ella también es importante el voluntariado. Tiene el recuerdo de un día especial en una residencia de personas con discapacidad. “Ayudé a un chico, más pequeño que yo, con un grado alto de discapacidad, que no podía comer. Mientras le estaba ayudando veía en su cara la felicidad”, cuenta con emoción. Con esta acción se dio cuenta de lo mucho que se puede hacer con gestos tan pequeños como dar de comer a alguien.
A Ramona también le preocupa su futuro profesional. Por eso valora tanto la formación que reciben y las experiencias que les cuentan. Ella lo tiene claro: en un futuro, se ve ayudando a los demás. Le gustaría ser policía, pero también quiere ir a la India y ayudar a los más necesitados, como hacen los coordinadores de Women Youth Talent. Tiene la esperanza de poder ir este verano.
Ahora, las dos son conscientes de todo lo que pueden llegar a hacer y aportar, y saben que es un buen lugar para aprender y descubrirse a ellas mismas. “El programa nos ha ayudado a ver que lo que nosotras podemos dar también es importante”, dice Ramona.
Este es el ejemplo de dos, de las 30 jóvenes, que forman parte de Women Youth Talent. Jóvenes con visión de futuro, que se valoran, con ganas de aprender y de hacer las cosas bien, de ayudar y de respetar. Jóvenes que están viviendo una EXPERIENCIA, una OPORTUNIDAD, las dos palabras con las que ellas definen este programa de grandes mujeres: Women Youth Talent.