Treinta familias o personas vulnerables recibirán la visita de un grupo de jóvenes voluntarios, dispuestos a dar una mano de pintura a su casa y dignificar así sus condiciones de vida. El 17 de febrero vuelve “Painting for Others”. Una campaña que –con el apoyo de Pryconsa- dedicamos a dar una mano de limpieza y pintura a las viviendas de personas que tienen necesidades básicas más urgentes que cubrir que el mantenimiento de su casa. Y es que un 15% de los hogares españoles manifiestan que tienen serias dificultades para llegar a fin de mes. Son esas viviendas las que, tras el paso de los años y con un mantenimiento muy escaso, se encuentran en muy malas condiciones, lo que afecta muy negativamente a personas que ya no salen de casa o que, precisamente su hogar es lo único que les queda.
Para la edición 2018, el objetivo es rehabilitar 30 viviendas, con el trabajo desinteresado de 500 voluntarios, de Bachillerato en adelante, por la zona norte de Madrid -en distritos como el de Hortaleza- del 17 de Febrero al 18 de Marzo.
Esta campaña está orientada a rehabilitar y adecentar las casas de esas familias con escasos recursos, mejorando así sus condiciones de vida y sensibilizando además a los jóvenes voluntarios que participan, sobre las necesidades que atraviesan personas de nuestra misma ciudad o de nuestro barrio. Todo, gracias a la ayuda de Fundación Pryconsa y de Wenceslao García S.A., que cada año nos cede los materiales necesarios para la pintura de las viviendas.
El proyecto nació en Sevilla hace 22 años, pero se ha ido extendiendo a nuevas ciudades. Las últimas en sumarse, el año pasado, fueron Tenerife y Las Palmas. En Madrid se realiza desde 1997. El perfil de los beneficiarios es de familias o personas solas de edad avanzada y con escasos recursos. En la pasada edición pintamos, por ejemplo, la casa de Alfonsa Nieto, que vivía sin familia, con movilidad muy reducida y una pensión de 600 euros para pagar su vivienda en el barrio de Tetúan, de Madrid. “Esto motiva mucho para venirte arriba y decir, mira, todavía hay gente buena que nos ayuda y no nos olvida”, aseguraba emocionada, con su casa llena de voluntarios jóvenes, dispuestos a dejarla como nueva y a hacerle un agradable rato de compañía.
Clara y María, voluntarias de la campaña 2017, se mostraban así de satisfechas por haber podido colaborar: “A mí me encanta. Me aporta alegría… me voy siempre contenta.”, comentaba Clara, estudiante de Diseño y Moda. “En realidad, te sientes super bien, porque ves que con poca cosa puedes hacer muchísimo”, afirmaba María, de 1º de Enfermería.
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