La nueva campaña busca concienciar sobre la confianza en la juventud, en el marco de trabajo de la Estrategia Europea de Juventud y del programa SERADE de la ONG, que desde hace 28 años promueve la participación social de la juventud.
“Los jóvenes están deseosos de tomar las riendas de su vida, tejer relaciones y apoyar a los demás”. Así comienza la Estrategia Europea de Juventud 2019-27, resolución del Consejo de la Unión Europea que aspira a permitir que los jóvenes se conviertan en artífices de su propia vida y dotarlos de los recursos necesarios para que se conviertan en ciudadanos activos, agentes de solidaridad y cambio positivo inspirados en los valores de la UE y en una identidad europea.
La campaña parte de la idea de que expresar descontento sobre la juventud, – porque “está mal” o se piensa que “no son como los de antes”-, es estéril y genera un clima pesimista e improductivo marcado por la desconfianza.
“Trabajamos con miles de jóvenes en toda España y nuestra experiencia es muy positiva”, afirma Perico Herraiz, que desde hace 15 años dirige el Programa de Liderazgo Social de la ONG, que atiende a más de 100 jóvenes en su mayoría inmigrantes, en el barrio de El Gancho de Zaragoza. “Los jóvenes, cuando se sienten mirados desde la confianza, refuerzan gran parte de las herramientas propias de la juventud. Cuando el optimismo y la alegría impregnan el diálogo unos ganan la esperanza y otros las ganas de arriesgar.”
Los rasgos naturales de la juventud
Muchos de los jóvenes que manifiestan los defectos que critican generaciones mayores no son más que personas que han sido privadas de una capacidad deseable: ser jóvenes.
No es propio de la juventud estar hipersexualizado, tener una posición cierta sobre el futuro profesional, querer ganar dinero por encima de buscar la justicia, necesitar afirmar tu identidad de un modo certero, contar con un bienestar total, cubrir todas las necesidades materiales de modo inmediato, tener planteamientos rígidos, etc.
“Podríamos criticar la falta de juventud de la juventud, o la falta de comprensión de los adultos, o las exigencias desproporcionadas de la sociedad hacia los más jóvenes, pero creíamos que era más interesante romper este ciclo desgastante apostando por una campaña que hable de todo lo bueno que hay en ser joven de verdad”, afirma Rafael Herraiz, Director de Cooperación Internacional.
En el fondo, hay jóvenes con 16 años y jóvenes con 86 años. Algunas personas no pierden el ánimo, el empuje, las ganas de mejorar lo presente y la fuerza para llevar a cabo acciones positivas. Y esos son los rasgos naturales de la juventud.
La campaña desarrolla una serie de materiales en forma de exposiciones y talleres dirigidos a centros educativos y entidades de juventud, orientados a trabajar valores y reflexiones en el marco de las metas de la Estrategia Europea de Juventud: reconocer las noticias reiteradamente engañosas; verificar la exactitud de las fuentes utilizadas; fomentar la capacidad de entablar un diálogo respetuoso, tolerante y no violento; lograr un mayor bienestar mental, etc.
Ser joven de verdad
- Ser joven de verdad es entender la vida como un proyecto de futuro más que como un conjunto de experiencias pasadas.
- Ser joven de verdad tiene más de preguntas que de respuestas. Un adolescente que sabe contestar perfectamente a todo produce rechazo, porque está perdiendo la oportunidad de buscar más puntos de vista.
- Ser joven de verdad significa enfocarse en cosas que van más allá de lo propio,
- Ser joven de verdad tiene más de aprender a caerse y levantarse que de quedarse parado por miedo a sufrir heridas.
- Ser joven de verdad tiene más de buscar lo auténtico que de alinearse con lo convencional. El riesgo y la aventura son nociones básicas de la juventud. Las actitudes pasivas o poco activas desgastan la juventud y a la vez conviven con la sobreprotección. Sin confianza, nadie está dispuesto a arriesgar. Los jóvenes necesitan confianza para reforzar la autoestima y para tener un lugar al que volver si acaban cometiendo errores. Por eso, un joven solo puede ser joven si también puede equivocarse.
- Ser joven significa no conformarse. Escandalizarse por el mal y alegrarse por el bien es propio de la juventud. Quedar impasible o no encontrar huecos para preocuparse por los demás no son actitudes propias de la juventud.
- Ser joven de verdad es sentirse protagonista de la propia vida, experimentar la fuerza de las decisiones propias frente a ideologías de moda, presiones sociales o personalidades impuestas.