09/06/2021

«Los niños nos demuestran que siempre tenemos que dejar un hueco para sonreír», Alex, voluntario en La Paz

Los hospitales han sido uno de los lugares más nombrados en el último año. Los enfermos han pasado mucho tiempo sin sus familias, haciéndose especialmente dura esta situación para los más pequeños.

En el hospital La Paz, Madrid, numerosos niños y niñas pasan días ingresados. Desde Cooperación Internacional intentamos que esa espera sea lo más llevadera posible gracias a la acción de nuestros voluntarios. Hasta hace pocas semanas, los voluntarios han podido acompañar a los pequeños virtualmente. Ahora, cumpliendo todas las medidas de seguridad, los jóvenes pueden acompañar a los niños de manera presencial.

Hemos hablado con dos voluntarios de la Paz. Por un lado, Laura, que ha estado haciendo voluntariado online y, por otro, Alejandro, que actualmente puede ir al hospital.

Alejandro, voluntario en La Paz

Alejandro, voluntario en La Paz

¿Por qué os apuntasteis a este voluntariado?

Laura: Pienso que es una buena manera de conectar y apoyar tanto a los niños como a sus familias. Son personas que luchan diariamente por mejorarse y la labor de poder ayudarles me parece totalmente reconfortante.

Alejandro: Ya había realizado voluntariado en el extranjero, siempre con niños. Así que, tenía la espinita de poder hacer algo parecido más continuado y no tan esporádica.

¿Qué es lo que más os impresiona?

Laura: La resiliencia y la fuerza de voluntad de los niños, su capacidad de ver el lado positivo de las cosas y dejar todo por lo que están pasando a un lado para centrarse en otras actividades y únicamente prestar atención a ello, disfrutando y divirtiéndose.

Alejandro: La facilidad que tienen los niños para abstraerse de situaciones complicadas como las que están viviendo en el hospital. Siempre están dispuestos a jugar y felices de que pasemos un rato ellos. Sin olvidarse nunca de una sonrisa.

¿Qué lección sacáis cada vez que vais?

Laura: Me he dado cuenta de lo importante que es disfrutar con las pequeñas cosas. Muchas veces vivimos pensando en el pasado o en el futuro y dejamos de disfrutar lo que nos ocurre en cada momento. También me enseñan que no hay reto, por grande que sea, que pueda con la voluntad de una persona.

Alejandro: Que a pesar de lo complicada que parezca una situación, siempre deberíamos dejar un hueco para sonreír. Los niños saben hacerlo muy bien y cada día nos demuestran que, con un simple juego de cartas, pueden olvidarse, al menos durante un rato, de los problemas que tienen durante el día.

¿Cómo os preparáis los talleres?

Laura: Pienso en la edad y gustos de cada uno, en las actividades que le pueden resultar entretenidas porque sean afines a sus gustos y también en otras que quizás le sirvan como descubrimiento.

Alejandro: Raquel, la encargada en el hospital, es la persona que nos ayuda a preparar todo lo necesario. En caso de haber alguna actividad especial, nos lo explica antes de subir a las habitaciones. Si no, vamos directamente y nos ponemos a jugar y a hablar con los niños.

En el caso de Laura, el voluntariado online, la dinámica ha sido distinta, pero siempre con el objetivo de acompañar a los niños y niñas del hospital.

¿En qué ha consistido tu voluntariado online?

Dos voluntarios nos reuníamos todas las semanas con un niño y le proponíamos actividades online. Por ejemplo, en función de su edad o el tiempo que tuvieran papiroflexia, lectura de cuentos… Una vez al mes, nos reuníamos con varios niños y planteábamos una sesión grupal con actividades más dinámicas.

¿Puntos positivos del voluntariado online?

La facilidad de realizar las sesiones desde casa te ayuda a compatibilizar el voluntariado con otras actividades. A muchos niños también les resulta atractivo el poder estar en contacto con personas ajenas de su entorno, aunque sea a través de una pantalla. Creo que esto también les motiva a apuntarse a las sesiones.

¿Dificultades que os habéis encontrado?

El planteamiento de las actividades. A veces sientes que te quedas sin ideas o puedes tener errores en la línea de la llamada. Además, no puedes tener un contacto directo con los demás voluntarios y participantes.

Alejandro empezó hace tres semanas a ir al hospital y hacer los talleres con los niños y niñas, acompañándoles presencialmente.

¿Qué medidas se seguridad tienes que tomar para poder estar con los niños?

Además del uso de mascarilla habitual, tenemos que desinfectar los juegos, así como, las zonas de la habitación en las que vayamos a estar. Tenemos que hacer la desinfección tanto antes como después de la actividad.

¿Es limitado el número de voluntarios o sois los mismos que antes?

Antes, lo hacíamos desde una sala común donde bajaban los niños, sin límite de aforo. Obviamente eso ya no se puede realizar. Ahora estamos yendo 2 personas cada dos semanas y en las habitaciones entramos de uno en uno.

¿Cómo han reaccionado los niños y niñas al veros?

En todos los casos nos reciben con alegría y muchas ganas, siempre dispuestos a jugar. Como he dicho anteriormente, también los padres valoran mucho nuestra actividad y nos lo agradecen.

¿Cómo ha sido el recibimiento de los médicos?

Nos tenemos que poner en contacto con ellos para saber en qué habitaciones podemos entrar. Tenemos un muy buen trato con ellos y nos ayudan en todo lo que necesitamos.

Los dos tienen claro que recomendarían hacer esta actividad de voluntariado. Laura nos aseguró que “todos tenemos una hora a la semana para compartir y dedicarle tiempo a otra persona. El agradecimiento que muestran los niños después de los talleres es una de las sensaciones más gratificantes que puedes experimentar”.

Felicidad, empatía, bienestar y gratitud son las palabras con las que los dos jóvenes describirían el voluntariado en hospitales.