
Vuelve el curso y con él la Residencia Ballesol de Tenerife vuelve a acoger semanalmente actividades de acompañamiento a personas mayores con la participación de jóvenes canarios voluntarios. Esta iniciativa, que forma parte de un programa estable impulsado por Cooperación Internacional con el apoyo del Gobierno de Canarias, busca combatir la soledad no deseada y fortalecer los vínculos entre generaciones.
En cada encuentro, la residencia se llena de alegría, solidaridad y compañerismo. Juegos, manualidades y conversaciones se convierten en herramientas para compartir tiempo de calidad y generar momentos inolvidables tanto para los residentes como para los voluntarios.
“El acompañamiento es un puente entre generaciones. La escucha y el cariño hacen que el tiempo compartido sea un verdadero regalo”, destacan desde la sede de Canarias.
El programa se mantiene en el tiempo gracias a la implicación de jóvenes comprometidos que, con su energía, demuestran que vivir para los demás cambia vidas. Una forma de voluntariado que no solo enriquece a quienes lo reciben, sino también a quienes lo ofrecen, reforzando valores como la empatía y la solidaridad.