“Yo no he probado el alcohol, ni las drogas. Todo empezó cuando mi empresa quebró y me vi sin tener dónde acudir”. Este es uno de los testimonios que oyeron un grupo de alumnos de Bachillerato de St. Anne´s school en su visita al Centro de Acogida Santa María de la Paz, de Madrid.
El pasado viernes conocieron de primera mano la experiencia de personas que acabaron viviendo en la calle. Y se quedaron especialmente impresionados al ver que es algo que nos puede llegar a pasar a cualquiera. “Les llamó mucho la atención ver que sólo uno de los que contó su experiencia había tenido problemas con las drogas, por lo que se dieron cuenta de que cualquier persona puede acabar así. Muchos contaron que habían tenido problemas familiares, psicológicos…”, nos cuenta Constanza, la tutora de actividades extracurriculares del centro, que coordinó la visita. Asegura que, para los estudiantes, “supuso un impacto brutal”. “Muchos salían emocionados y una alumna me comentó que estaba teniendo un problema con sus amigos, pero, después de conocer estas historias, se había dado cuenta de lo importante que es no dramatizar en exceso, porque hay gente con realidades mucho más duras que nosotros”, subraya.
Esta visita se enmarca en las acciones de sensibilización que desarrolla Cooperación Internacional ONG. Pero la actividad no se redujo en este caso a la visita, sino que los alumnos comenzaron a prepararla con semanas de antelación, con una campaña de recogida de leche para apoyar a la entidad. Los jóvenes consiguieron recoger 250 litros de leche, que entregaron la semana pasada. Una ayuda importante para una institución privada, que sale adelante gracias a las donaciones de particulares y empresas.
Durante la visita, el grupo de Teatro del albergue ofrece a los jóvenes una obra, a base de monólogos, donde hablan abiertamente de sus experiencias y de cómo fue la transición de una vida convencional a encontrarse viviendo en la calle. Tras la representación se abre un interesantísimo coloquio donde los jóvenes pueden conversar y compartir impresiones con ellos. Cuando vives en la calle, “lo que más duele es que eres invisible. Todo el mundo pasa a tu lado y no te mira nadie, porque para ellos eres un borracho, un maleante. Y también se hace muy duro el frío, los insultos y el miedo a que te peguen. Por eso muchos se dan a la bebida o a la droga”. Así de crudo es el testimonio de personas que no tienen siquiera un techo bajo el que pasar la noche. Algunas de ellas han tenido la suerte de encontrarlo en el Centro de Acogida Santa María de la Paz, de los hermanos de S. Juan de Dios. Allí más de 100 personas sin hogar han encontrado no sólo un techo, sino una familia. Algo que se percibe en cuanto los conoces, como destaca Constanza: “Nos ha llamado mucho la atención comprobar que en el albergue se trata a cada uno como persona, los hermanos de San Juan de Dios han creado para ellos un auténtico hogar”.
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