El pasado sábado tuvo lugar un torneo intercultural de fútbol 7 en el que 150 niños de 16 nacionalidades diferentes dejaron atrás barreras culturales y sociales, y se unieron para disfrutar de su gran pasión: el fútbol. El evento se celebró en el Estadio Olímpico de Sevilla, La Cartuja y sirvió para romper estigmas, limar prejuicios y acercar realidades diferentes a través del deporte.
Esta iniciativa fue posible gracias a la colaboración de Secretaria General de Deportes de la Junta de Andalucia, Centro de FP Cesur, Fundación Iturri, Fundación Sevilla FC, Fundación Real Betis, Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Sevilla y Kerygma Comunicacion, quienes apoyaron a Cooperación Internacional en su organización y desarrollo.
Unidos por un sueño
Desde el primer momento los menores se dieron cuenta del verdadero propósito del torneo: fomentar la igualdad. En ningún momento el objetivo primoridial fue ganar. Y esto se tradujo en una muestra incréible de compañerismo, generosidad, respeto y deportividad. En sus caras tan solo se veía ilusión, pasión y diversión. El fútbol fue su idioma, y los increíbles valores que este bonito deporte transmite fueron aplicados desde el momento en el que se calzaron las botas y salieron al mismo césped en el que muchos de sus ídolos han jugado grandes partidos.
El resultado del torneo no pudo ser mejor. Los participantes disfrutaron, aprendieron de otros, conocieron gente como ellos y pudieron darse cuenta de que en este mundo son más las cosas que nos unen con el resto del planeta, que las que nos separan, dividen y enfrentan. Y este fue sin duda el gran éxito y el mayor de los logros que estos menores obtuvieron el pasado sábado en La Cartuja.
Motor de cambio
Desde Cooperación Internacional reiteramos nuestro fiel compromiso con la prevención de la desigualdad, la lucha contra la discriminación y la apuesta por tender puentes entre personas de distintas culturas, etnias y razas. Y qué mejor que poder hacerlo viendo cómo niños y niñas de distintas edades y orígenes aparcan todas sus diferencias y se unen para disfrutar todos juntos de una gran tarde de fútbol. Sus sueños no conocen barreras, su pasión es internacional y el fútbol, su gran afición, fue generador de ilusión, unión y confraternización.