Inicialmente este proyecto se diseñó con el fin de mejorar estructuralmente la alimentación, la salud, la vivienda y la educación de una población de 532 personas.
Tras el Huracán Mitch, en 1998, que afectó particularmente a esta zona, los objetivos del proyecto se reformularon para garantizar la distribución de la ayuda a toda la población.
Se decidió dar un módulo productivo a cada familia y se repartieron viviendas. Además, se desarrollaron módulos de formación para la capacitación productiva. Gracias a toda esta labor, más de 170 personas se vieron beneficiadas por la acción de Cooperación Internacional en los ámbitos de la salud, la alimentación, la vivienda y la educación.
El proyecto sería financiado por el Ayuntamiento de Zaragoza.